Saltar al contenido

Noviazgo en la adolescencia

Noviazgo en la adolescencia, dependencia emocional y como superarlo. Encuentra en nuestro artículo las respuestas que buscas.

Muchos padres entran en pánico cuando se dan cuenta de que sus hijos preadolescente ya tienen una relación romántica.

Las generaciones actuales son más precoces que las anteriores  con respecto a los «compromisos» juveniles. Se presenta una realidad que les pilla de nuevas tanto a padres como a hijos ¿Qué hacer en estas situaciones?

Adolescencia y sexualidad

La sexualidad humana es muchísimo más compleja que las fuerzas biológicas que inician el proceso de maduración sexual.

Pareja de adolescente apunto de besarse

Como tal, el desarrollo de la sexualidad en la adolescencia incluye no únicamente el desarrollo físico, sino además el desarrollo cognitivo, emocional, social y moral. Sin embargo, como se subraya a lo largo de este artículo, estas áreas de desarrollo no avanzan uniformemente al mismo ritmo.

Esto es especialmente problemático en lo que respecta a la sexualidad de los adolescentes, porque las malas decisiones, debidas a la falta de madurez cognitiva y/o emocional, pueden tener consecuencias nefastas para toda la vida.

 Por lo tanto, es importante que los cuidadores estén preparados para discutir todos los aspectos de la sexualidad (es decir, los aspectos físicos, cognitivos, emocionales, sociales y morales de la sexualidad) para que puedan ayudar mejor a sus adolescentes a tomar decisiones sabias y reflexivas.

Cuando los padres comprenden el proceso de desarrollo sexual de los adolescentes, están en mejor posición para ayudar a sus hijos. Además, el conocimiento de esta información permite a los cuidadores saber cuándo intervenir si es necesario.

Describiremos la evolución media y natural de la sexualidad de los adolescentes:

  • Sus pensamientos y preguntas sexuales.
  • Sus sentimientos y preocupaciones sexuales.
  • Su comportamiento y elecciones sexuales.

 Algunos jóvenes pueden elegir permanecer totalmente abstenidos de la actividad sexual debido a sus valores y creencias personales; aun así, seguirán experimentando pensamientos, sentimientos y deseos similares a los de sus compañeros sexualmente activos. Se advierte a los padres que deben recordar que cada joven es único.

 Los niños pueden alcanzar estos hitos del desarrollo a edades diferentes de los promedios enumerados aquí.

Primera adolescencia (12-15 años): La edad de la curiosidad y la experimentación

La adolescencia temprana es un período precario en el desarrollo sexual de los jóvenes debido a la interrelación entre el desarrollo sexual, el desarrollo cognitivo y el desarrollo emocional.

Los jóvenes de esta edad carecen de la madurez cognitiva y emocional necesaria para tomar decisiones sabias y sanas con respecto a su sexualidad y están mal preparados para afrontar las consecuencias de la actividad sexual.

Esto es especialmente lamentable, ya que los adolescentes de hoy en día empiezan a ser sexualmente activos antes que las generaciones anteriores.

El noviazgo en la adolescencia Su entorno

Hay fenómenos que aceleran ciertos procesos naturales, que deben experimentarse gradualmente, según el periodo histórico y entorno donde se viva.

A menudo tienen que ver con el progreso de la tecnología y los medios de comunicación, que avanzan a un ritmo cada vez más vertiginoso, llegando a estar fuera de control. Te dejamos un articulo sobre redes sociales, «sexting» y lo que conlleva. leer más…

A esto hay que añadir el constante bombardeo de los medios de comunicación al que están sometidos los adolescentes, que acaban inspirándose en «modelos» poco adecuados para su formación ética (sobre todo a una edad en la que su propio juicio aún se está formando). De hecho, hay muchos jóvenes desorientados y confundidos y esto afecta a como afrontar una relación amorosa.

Existen otros aspectos que contribuyen a que esto ocurra como: la soledad de los adolescentes, la desintegración de las familias, falta de pasar tiempo de calidad entre padres e hijos/as, la carencia de reglas….

Por esa razón, lo importante es mostrar como afrontar el papel que tienen en la sociedad y todo el entorno que les rodear; y para ello la mejor elección es enseñándoles un conjunto de valores y familia que les trate con amor, comprensión, escucha y apoyo.

Para saber cómo tratar a los adolescentes de manera correcta lee nuestro artículo: Consejos para padres. sigue leyendo…

¿Qué es el noviazgo en la adolescencia?

Enamorarse es una experiencia común en la adolescencia, para muchos adolescentes se repite varias veces, con distintos grados de intensidadEl primer amor es sin duda una experiencia muy intensa emocionalmente. Esto se debe a que llega inesperadamente y por la transfiguración que determina en la representación de la realidad, en la percepción de uno mismo y del otro

Es una montaña rusa contante de emociones y sentimientos, de ahí que surjan ciertos arrebatos agresivos o emocionales.

Teniendo esto presente, podríamos mencionar lo que se experimenta en este periodo no es un verdadero amor; el amor en la adolescencia es más bien un estado de «enamoramiento» que se limita a la atracción física, que puede confundirse de forma fácil con el verdadero amor y puede llevar a secuelas irreversibles en la vida de los jóvenes.

El verdadero noviazgo es aquella relación entre 2 personas en la que el amor los lleva por medio de un periodo de maduración conjunto a evolucionar su relación de manera sana. Hablar a los 15 años de algo tan vinculante como es el amor y compromiso con otra persona es algo de lo que estar muy pendiente.

Pareja adolescente lésboca

«Las relaciones de los adolescentes suelen ser muy inestables y adolecen de la inexperiencia propia de la juventud. Los demás también influyen, juzgando, presionando, prohibiendo, etc… En general, los noviazgos de los adolescentes no duran, precisamente por la inestabilidad emocional de los propios jóvenes, que muchas veces hace insostenibles las relaciones.

El inconveniente de la adolescencia es no saber lo que se quiere, ni lo que a uno/a le conviene y además desearlo a toda costa, “aquí y ahora”, sin importar el momento ni las consecuencias.

Problemas del noviazgo en la adolescencia. Guía para padres

El pánico suele apoderarse de los padres cuando sus hijos entran en tan temprana edad en una relación. Otros reaccionan de manera agresiva, llegando inclusive a tomar medidas extremas como prohibir la relación o infligir un castigo desmesurado.

Otros padres prefieren dejar pasar el tiempo y deciden ignorar por completo lo que les ocurre a sus hijos. Por supuesto que no faltan los que consienten o aprueban estos compromisos prematuros.

Pareja  de adolescentes sentados en un banco en el bosque

Ninguna de ellas es la mejor manera de afrontar estas situaciones. Cuando los padres deciden prohibir sin dar razones, se produce el efecto contrario: la relación se vuelve aún más atractiva y se da espacio a la aparición de episodios de rebeldía o desconfianza hacia la autoridad paterna.

Te dejamos un articulo sobre la rebeldía del adolescente y como tratarla. seguir leyendo…

El castigo tampoco puede ser una solución, porque el problema no es el enamoramiento, sino la ausencia de condiciones en las que debe desarrollarse el enamoramiento.

Los que no hacen nada causarán el mismo daño que los que deciden castigar a sus hijos en el amor, y aprobar este tipo de relaciones significa querer ser amigos y no padres de sus hijos, que necesitan que alguien les dé sugerencias adecuadas desde una perspectiva responsable y madura.

Los progenitores tienen que enseñar a sus hijos a mantener el control de sus impulsos y anhelos, ayudándoles a robustecer su propia voluntad, a entender las consecuencias de cada acción, a tener en cuenta su propio cuerpo como su tesoro más querido, a respetar a la otra persona, a impulsar su autoestima, a saber lidiar con las presiones externas (amigos, publicidad, música, series, etcétera.).

 También hay que explicarles que todo tiene su tiempo y que hay que vivir cada fase de la vida de forma adecuada, sin precipitarse.

Por eso los padres deben encontrar en el diálogo su mejor aliado. Tenemos que hablar de estas cosas con nuestros hijos, con naturalidad y a veces incluso anticipándonos a sus preguntas (evitando así que busquen información en otros lugares, obteniendo a menudo información errónea).

Y a través de estas conversaciones advertirles de los peligros del coito prematuro y de las experiencias sexuales precoces: embarazos no deseados, dificultad para alcanzar el éxito profesional, posibles enfermedades que comprometen los sueños de ambos etc.

Te dejamos un articulo sobre el embarazo en la adolescencia. Sigue leyendo…

Los padres también deben utilizar la autoridad que tienen para establecer reglas claras, sólidas y razonables en el hogar sobre cómo deben comportarse sus hijos en el plano relacional.

Como conclusión, la responsabilidad principal de los padres es la de educar a sus hijos en todos estos aspectos. Enseñándoles a respecta las relaciones con el sexo opuesto o su propio sexo y los peligros que el no hacerlo pueden conllevar.  Por lo que es fundamental que todo esto se diga a los adolescentes con cariño, haciéndoles sentir comprendidos, apoyados, queridos y aceptados.

Si nos centramos en la pareja, hay muchas definiciones de dependencia emocional o adicción emocional, pero todas tienen las siguientes características comunes:

Dependencia emocional

La adolescencia es también la fase del amor, desde los relámpagos que duran un día y luego se desvanecen en el aire, hasta los eternos. Altibajos, enredos, hijos que viven más pendientes a su pareja que a ellos mismos y que a menudo hacen que sus padres se enfaden o se preocupen por esta excesiva gasto de tiempo y atención.

Existe el temor de que no vivan su edad, de que no tengan las experiencias que deberían tener, de que vayan demasiado rápido, de que no sean felices. Pero a veces no se trata sólo de estar enamorado o no, sino de tener una dependencia emocional y no saber estar solo.

Síntomas de dependencia emocional

Son indicadores de un apego emocional a una persona:

  • El no saber decir no.
  • La inseguridad.
  • La búsqueda de confirmación.
  • El no saber tomar decisiones por uno mismo.
  • La necesidad de aprobación de los demás.

Necesidad. Cuando alguien tiene una dependencia emocional, tiende a crear una necesidad hacia la otra persona Por ejemplo, tiene una necesidad emocional de pasar tiempo con su pareja y ser aceptado.

El miedo. En un nivel muy profundo, en la raíz de la dependencia emocional (e incluso de los celos) está el miedo. El miedo al abandono, el miedo al rechazo o el miedo a la soledad suelen provocar este tipo de adicción.

La reducción de la libertad. No hay adicción emocional que no afecte a nuestra libertad personal. A menudo, las adicciones emocionales hacen que dejemos de hacer las cosas que solíamos hacer (incluso si nos gustaban) y que evitemos relacionarnos con las personas con las que nos sentíamos cómodos.

Pareja lésbica adolescente

Repercusiones en el comportamiento, pensamientos y emociones. Las necesidades, de las que hablamos en el primer punto, influyen en nuestra forma de ser desde el punto de vista conductual, cognitivo y emocional. A menudo, la percepción de la realidad se altera tanto que los que padecen dependencia emocional ni siquiera lo notan.

Aislamiento social. Para estar en pareja y dedicarse a su pareja, renuncian a pasar tiempo con otras personas. Con el paso de los días, quienes sufren de dependencia emocional querrán pasar más tiempo con su pareja y menos con su círculo de amigos.

La dependencia afectiva en la adolescencia también puede ser mutua. En este caso, se denominará codependencia afectiva. Se produce cuando la dependencia de los miembros de la pareja es bidireccional. En este caso, las características de esta condición se acentúan.

Durante la fase de la adolescencia suele ocurrir que invertimos toda nuestra energía en los lazos de amistad o de amor. Los padres suelen quejarse y preocuparse por el excesivo apego de su hijo a la persona con la que sale y no entienden la motivación.

Hay una sobreinversión en estas relaciones afectivas, sólo existe el presente, esa persona se convierte en el centro del propio mundo, hay miedo a la pérdida, al abandono y se busca la retroalimentación y la certeza, por eso también se llama la edad del «para siempre».

Los años de eternas promesas de amor, de candados como signo de seguridad y estabilidad, de ese amor difícil de encadenar, que se escapa y huye cuando menos lo esperas.

Muchas veces en la base de estos vínculos adolescentes hay una inseguridad que puede manifestarse con celos , miedo a ser traicionado, con el control, siendo además hoy en día mucho más sencillo vigilar con las redes sociales: se sabe la hora de entrada y salida y se vigilan las acciones en las redes sociales, incluso las de los amigos.

Te dejamos un artículo sobre redes sociales, sexting y sus peligros

A veces este tipo de apego, puede ser excesivo, convirtiéndose en un estado patológico, la relación es vista como la único motivo de vivir, entonces la presencia del otro se vuelve esencial. Esto se llama dependencia emocional y suele manifestarse en la adolescencia y otras etapas de la vida.

Los adolescentes dependientes pueden, en cierto modo, anularse a sí mismos por la otra persona, no satisfaciendo sus propias necesidades, diciendo siempre que sí porque temen que un NO pueda causar ofensa y, por tanto, desapego. Viven mal porque les mueve una profunda inseguridad y el miedo a perder al ser querido.

Es una cuestión de compensación, no de amor verdadero. Incluso la mera idea de ser abandonado genera un estado de ansiedad especialmente intenso, ante cualquier oposición se disparan las alarmas porque se anulan los propios límites psíquicos y se produce una especie de fusión con el otro.

Condicionamientos, miedos, confabulaciones, expectativas y esperanzas, todo para evitar enfrentarse al mayor de los miedos: ¡La ruptura de la relación!

¿Cómo superar la dependencia emocional?

Cuando se vive una relación sentimental en condición de dependencia del otro, la relación se convierte con el tiempo en una dolorosa prisión de la que es muy difícil salir para el dependiente, capaz de minar progresivamente su autoestima, su autonomía afectiva, relacional y vital, y de inducir sentimientos de miedo, ansiedad, tristeza y desconcierto que a la larga pueden constituir un verdadero «síndrome» psicológico de dependencia.

Dejar una relación tan comprometida y simbiótica no es un paso fácil por lo que desde adolescencia.com.mx te traemos los mejores consejos para intentar ayudarte en esta transición vital.

Acepta que tienes un problema

 No hay cura si la persona que sufre de dependencia emocional no admite que tiene un problema en su relación. Es necesario recordar que este tipo de trastorno no sólo está relacionado con las relaciones de pareja sino también con otro tipo de personas como amigos o familiares. Si te reconoces en la descripción de los síntomas, es el momento de encontrar una solución.

2. Refuerza la autoestima

Por lo tanto, al no conocerse a sí mismo, el dependiente afectivo no conoce su propio potencial ni sus propios límites y vive constantemente en una condición de desprendimiento de su propio centro, en ausencia de una relación profunda consigo mismo.

La baja autoestima es una de las principales causas de la dependencia emocional. De hecho, sin este elemento, no sacrificaríamos toda nuestra independencia y libertad para seguir a otra persona. Para mejorar la autoestima, la mejor solución es buscar ayuda de un terapeuta para investigar las causas del trastorno.

Conocernos a nosotros mismos, pues, es el primer paso importante para establecer relaciones sanas y gratificantes y para sentirnos bien, y debemos recordar que cultivar este conocimiento es un gesto de amor y respeto que debemos llevar a cabo durante toda la vida.

El dependiente emocional vive en una condición en la que, a fuerza de poner al otro en primer lugar y en el centro de su vida, se ha olvidado de sí mismo.

 Ya no se conocen a sí mismos, les cuesta conocer y reconocer sus propias prioridades fuera de la relación de dependencia, sus propios intereses e inclinaciones, sus propios valores profundos en la vida.

3. Mejora tu autoconocimiento

Ver películas, leer un buen libro, dedicarle más tiempo a ese pasatiempo o hobby puede ayudar a mejorar nuestra autoestima y conocernos mejor.

4. Deshacerse del miedo al abandono

Muchos autores coinciden en que las raíces de la dependencia emocional se encuentran en la primera infancia y en las primeras experiencias de apego que se vivieron, estableciendo estilos de apego disfuncionales.

El miedo al abandono es, por tanto, el principal elemento que está en la base de las relaciones de dependencia emocional, llevando al dependiente afectivo a poner en práctica conductas disfuncionales -dirigidas a asegurar la presencia y la constancia del otro- que le hacen aún más frágil e inseguro y le alejan de sí mismo, en un intento continuo y descentrado de cumplir, satisfacer las expectativas del otro y cuidar de él.

Es a través de la «prueba de fuego» de renunciar a una relación de dependencia del otro, que aprenderemos a confiar en nuestras capacidades individuales.

5. Concéntrese en el momento presente.

Dedique 10 minutos al día a hacer algo que le guste centrándose sobre todo en los sentidos y empaquetando los pensamientos que no tienen nada que ver con este momento.

6.Haz una lista

 Después de reconocer el trastorno, tienes que ser consciente de sus consecuencias. Puede ser útil hacer una lista de todas las cosas que has hecho por la otra persona y que te han causado daño.

De esta manera, se puede entender que esta forma de adicción nos lleva a realizar acciones que no aumentan nuestro bienestar sino que empeoran nuestra vida con el único objetivo de no perder a la otra persona. Para combatir la dependencia emocional, es útil procesar racionalmente lo que está sucediendo.

7. Céntrate en ti mismo

Adolescente posa en una zona underground.

 Aprende a decir que no y a hacer sólo lo que te apetece, sin dejarte arrastrar por los compromisos, objetivos y pensamientos de otras personas. Empezando por cosas pequeñas y luego involucrando toda la realidad.

8. Hacerse valer

Es decir, tomar el espacio vital que nos corresponde, haciendo que los demás respeten nuestros límites (y obviamente respetando los suyos).

9. Eliminar el sentimiento de culpa

Muy a menudo la adicción crea una culpa inexistente: escribir en una lista todos los momentos que nos hacen sentir culpables puede ayudarnos a redimensionar y comprender nuestro sentimiento de culpa.

10. Aprender a gestionar la vergüenza

Chica Adolescente con los ojos cerrados intenta evitar foto con su mano

No podemos complacer a todo el mundo y podemos cometer errores. Aprendamos a gestionar este tipo de sentimientos, empezando por los ejercicios de relajación muscular.

11. Deja espacio para tus pasiones

Unido a lo anterior, conócete a ti mismo, dedica tiempo a lo que te apasiona y a ti mismo, cuídate. haz cosas que te hagan sentir bien y aumenten tu autoestima y conocimiento. Este de forma indirecta ayudará a que desaparezca los sentimientos de culpa, y dependencia hacia la otra persona. No es algo automático, y lleva su tiempo, pero te ayudará a pasar esta fase tan emocional.

Experimentar la pena, las separaciones y los sentimientos dolorosos. Procesar el desapego y las separaciones puede llevar a las relaciones pasadas a su justo lugar, aceptando así que el dolor existe, pero sin alimentarlo. Y si crees que aun así necesitas ayuda adicional siempre puedes buscar Tratamiento de la dependencia emocional.

Cuando un adolescente tiene una dependencia emocional dentro de la pareja, no es necesario obligarle a resolver el problema con imposiciones. Es mucho más útil estar allí para hablar de ello y, sobre todo, para escuchar.

El apoyo y la empatía son las claves para tratar con alguien que sufre de dependencia emocional. Aunque es fácilmente reconocible desde el exterior, quienes viven esta condición no la perciben de la misma manera y hay que respetar los tiempos de cada persona.

Otros artículos relacionados: