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Cambios psicológicos en la adolescencia

«La psicología tiene un largo pasado pero una corta historia», escribió H. Ebbinghaus. La definición más antigua y utilizada de la psicología es: la psicología es la ciencia del alma, siendo el término «psicología» en sí mismo una palabra artificial compuesta por dos palabras griegas: psique (que significa alma) y logos (que significa tanto palabra, discurso, como ciencia).

Sin embargo, los antiguos filósofos no utilizaban el término psicología. Ya en la prehistoria el hombre había observado que la vida estaba relacionada con la respiración: el fin de la respiración era una señal inequívoca de muerte. En muchos idiomas psique – alma significa originalmente aliento.

¿Por qué se producen cambios psicológicos en la adolescencia?

Se produce un agrandamiento de los lóbulos frontales donde se encuentra la zona que produce el razonamiento o en control de impulsos entre otros.

Se dan una serie de cambios en la composición de la corteza cerebral lo que ocasiona un aumento de la materia gris.

Holográfica de un cerebro adolescente

Los jóvenes tienden a actuar de forma más riesgosa primero por la propia experimentación y en segundo lugar por la presión social y su relación desequilibrada con las emociones.

Además de los cambios hormonales y el desarrollo neurológico, durante la adolescencia también se producen cambios en los comportamientos psicosociales y las emociones debido al aumento de la atención, el razonamiento, la memoria y las habilidades lingüísticas (capacidades cognitivas e intelectuales).

De hecho, durante la segunda década de la vida, los adolescentes desarrollan una mayor capacidad de razonamiento, siguen el pensamiento lógico y moral, son capaces de pensar de forma abstracta y de emitir juicios.

Cambios psicosociales en la adolescencia

La pubertad se divide en tres períodos principales: temprana (10-13 años), media (14-17 años) y tardía (>17 años). Cada uno de ellos tiene sus propias características psicosociales pero siempre hay que tener en cuenta que es bastante común que el desarrollo psicosocial en la adolescencia no coincida con la edad cronológica o el desarrollo físico del adolescente.

Adolescente en la montaña

La evaluación de la etapa psicosocial es muy importante, y se realiza mediante la observación de la apariencia y el comportamiento, así como el registro de las opiniones del adolescente sobre los temas generales de discusión.

Por ejemplo, puede ser perjudicial discutir los temas de educación sexual en detalle con un adolescente que, aunque cronológicamente y/o físicamente se encuentra en la adolescencia media, psicosocialmente está en adolescencia temprana y todavía no tiene preocupaciones sexuales específicas.

También es notable que cuando el adolescente se encuentra psicosocialmente en la adolescencia temprana, no suele buscar una relación confidencial, mientras que en la adolescencia media se siente aliviado de poder hablar de los temas que le preocupan en confianza.

¿Qué cambios psicológicos se presentan en la adolescencia?

La mayoría de los adolescentes entran en la adolescencia percibiendo todavía el mundo que les rodea en términos concretos: las cosas son totalmente correctas o incorrectas, estupendas o terribles.

Rara vez se proyectan más allá del presente, lo que explica la incapacidad de algunos de ellos para imaginar las consecuencias a largo plazo de sus acciones.

Al final de la adolescencia, muchos jóvenes aprenden a analizar situaciones con más detalle, a formular ideas, a proyectarse en el futuro.

 Comienzan a construir los valores de referencia que guiarán sus acciones. Tratan de detectar su escala de valores propia y sentido de la ética.

Este proceso tiene lugar a través de encuentros con otros individuos, alternativos a sus padres, que son portadores de modelos de referencia de los que absorben «nuevo material» útil para construir los valores que guiarán sus acciones.

Los amigos, los profesores, los trabajadores sociales, los entrenadores deportivos, los profesores de instrumentos musicales, etc. se convierten en nuevos modelos a seguir.

Durante la adolescencia, la afirmación social es muy importante. El adolescente aprende a gestionar las relaciones con otros chicos/chicas de forma más eficaz y comienza a establecer las primeras relaciones afectivas maduras.

 Un papel importante lo desempeña la escuela, que representa una de las experiencias más significativas que tienen los jóvenes en estos años. Es el lugar donde tienen la oportunidad de nutrirse de conocimiento y sociabilizar de una manera más acorde a la realidad que les espera.

 La elección del tipo de escuela es indicativa del proyecto de vida futuro que el adolescente-estudiante pretende emprender y que le acercará al mundo adulto.

Es fundamental que una persona nazca con el cuidado de padres o educadores  después del nacimiento. Así trasciende la edad neonatal, infantil, preescolar, escolar y de la adolescencia.

La edad adulta es el límite a partir del cual es plenamente responsable de sí mismo como miembro de la sociedad con todas las manifestaciones de su personalidad en sentido positivo o negativo por lo que debe llegar preparado para ello. El desconocimiento de la aplicación de esta educación y psicología puede llevarnos a resultados impredecibles.

Cambios psicológicos en la preadolescencia

Durante los dos primeros años, el desarrollo neurológico, y por tanto intelectual y motor es enorme. El cerebro juega un papel importante en funciones más especializadas del intelecto como el aprendizaje, la memoria, el pensamiento y el habla. En comparación con otras etapas, el crecimiento del cerebro en los primeros meses de vida es más rápido que en cualquier otro período.

Chico pensando con grafiti de interrogaciones de fondo.

En el período prepuberal, ya tienen una mayor necesidad de comprensión emocional, de apoyo mental. Cuando un padre no cumple sus expectativas, empiezan no tenerlo tanto en cuenta, la autoridad de los adultos se debilita, especialmente la de sus propios padres, que, en su opinión, no les «comprenden» y no les satisfacen en la esfera emocional.

 En este momento, los padres deben entender que el crecimiento de la autoestima de sus hijos es natural y también su deseo de independencia.

La amistad tiene un gran valor para el preadolescente. Se basa en la búsqueda de intereses comunes, un deseo compartido de aventura, un esfuerzo por desentrañar los atractivos misterios de la vida y el amor por los mismos juegos, aficiones (coleccionismo) y eventos.

Delante de sus amigos, los niños se expresan abiertamente, manifestando con valentía sus opiniones, sus sentimientos y sus suposiciones. El valor más alto de la amistad es la lealtad, manifestada en la solidaridad, que a veces se manifiesta en el encubrimiento del culpable («¡un amigo no traicionará a un amigo!»).

 En la preadolescencia, los niños ya no se sienten niños, por lo que rechazan la obediencia ciega y muestran insatisfacción cuando se les trata como antes.

Su autoestima crece, se han descubierto a sí mismos, han tomado conciencia de ser personalidades independientes, no aceptan las cosas como dadas, quieren ejercer su propia voluntad y dejarse guiar por ella. Juzgan a los padres y a los profesores, critican sus acciones y su comportamiento.

Por ejemplo, se niegan a salir a pasear con ellos, no quieren que sus padres les acompañen al tren o al autobús en una excursión escolar. Cuando los padres no registran estos cambios en el desarrollo prepuberal de sus hijos, no toman nota y hacen que el niño obedezca con mano dura, surgen los conflictos. Cada prohibición actúa como un freno, pero al mismo tiempo provoca e incita al niño a la rebeldía.

El periodo prepuberal es, en realidad, el comienzo de la liberación de los vínculos familiares, la preparación para la independencia gradual del niño. Los padres no deben utilizar órdenes sin fundamento en este periodo: «¡Ve a la tienda!», «¡Lava los platos!».

Es más probable que el niño obedezca cuando la madre, en lugar de dar órdenes, le sugiere lo que debería o podría hacer, de modo que entonces considera que lo que hace es su propia decisión, o se identifica con la decisión de los padres (por ejemplo, «Por favor, ¿podrías ir corriendo a la tienda por mí?»).

En este momento, el niño es muy sensible a ser humillado, vejado, ironizado o ridiculizado. Es emocionalmente vulnerable mientras su autoestima se desarrolla y fortalece. Conversar de una manera seria, tranquila y amistosa, en la que mostremos nuestra confianza y respeto por el niño, es garantía de buenos resultados. El niño debe sentir que tiene en nosotros un protector al que puede confiar incluso sus secretos.

En la preadolescencia, el estado de ánimo del niño suele cambiar, se concentra más en sus propias experiencias y aficiones, y sus intereses ya empiezan a diferenciarse.

Chico engreído

A veces muestra una confianza malsana en sí mismo, prepotencia o engreimiento, esfuerzos por atraer la atención a cualquier precio (inquietud, vestimenta excéntrica, fumar prematuramente). El comportamiento también suele cambiar, y el lado emocional pasa a primer plano (facilidad para ofenderse, vergüenza, inseguridad, cuando se le castiga, posiblemente haciendo muecas o payasadas).

 Todos estos cambios requieren un enfoque muy sensible por parte de padres, educadores y profesores, consideración, tacto y comprensión.

Como el niño se rebela contra la autoridad en esta etapa del desarrollo, los padres deben cambiar su anterior actitud imperativa hacia él y convertirse en sus amigos. Una relación amistosa matiza la rebeldía del niño, debilita las acciones conflictivas y la autoridad paterna no se resiente. La amistad y la comprensión por parte de los padres no son una debilidad, como algunos podrían argumentar. Un niño siempre debe ver la autoridad en sus padres. El «no» razonado de un padre debe ser decisivo para el niño.

Y aquí empezamos a hablar de la educación o arte de educar.

Pubertad

  • Dura desde los 12 hasta los 15 años
  • Maduración sexual fisiológica – segundo período de rebeldía – crisis de la autoridad paterna
  • Adolescencia social: la influencia de los grupos de iguales es importante. Los compañeros también se convierten en un modelo de referencia en relación con la propia posición en la familia.  El pertenecer a grupos sociales se refuerza como una necesidad.
  • También llamada adolescencia temprana. sigue leyendo…

Adolescencia

  • Dura desde los 12 hasta los 15 años.
  • Desarrollo racional. Llega un gran cambio. Comienza el pensamiento abstracto
  • Adolescencia emocional – Está muy ligada a la adolescencia social, el contenido de los sentimientos se enriquece y crece. Empieza a formarse su propia opinión sobre el arte, los valores artísticos….
  • Las expresiones de sentimientos de los niños como rabietas, también se reprimen con éxito.

La posición que se adquiere en el grupo es de gran importancia en el proceso de adquisición de la propia identidad. En esta edad, las opiniones del grupo llegan a ser más importantes que   la de la propia familia. Las normas de comportamiento las establecen los compañeros, las reglas del grupo son decisivas.

Te dejamos un artículo completo sobre esta etapa de la adolescencia llamada «adolescencia media». Sigue leyendo…

Adolescencia tardía

  • Dura 18 – 21 años.
  • Finalización de la adolescencia sexual.
  • Este periodo termina con la independencia emocional de los padres.
  • El desarrollo físico y motor también termina.
  • Finalización, consolidación y maduración de los procesos cognitivos.
  • El proceso de armonización, equilibrando la relación con los adultos. E es más tolerante con los errores cometidos por los adultos.
  • Las relaciones de amistad son mucho más equilibradas, hay muchos viejos amigos. Las relaciones amorosas son más duraderas y tienen una calidad diferente. También se forma una jerarquía de valores.
Chica con fondo de engranajes en forma de cerebro

Te dejamos un artículo completo sobre esta etapa de la adolescencia. Sigue leyendo…

Como conclusión. el desarrollo psicológico es un proceso que tiene lugar a lo largo del tiempo y que induce al cambio. Un proceso que está en flujo está en constante movimiento. Como resultado del desarrollo, las experiencias psíquicas y el comportamiento de una persona se reconfiguran gradualmente.

Los distintos periodos se caracterizan por una forma de actuar diferente. Por lo tanto, el desarrollo mental en particular influye en gran medida en nuestra capacidad de integración en la sociedad: la elección, la capacidad de adaptación, de no dejarse manipular y este desarrollo se inicia en la adolescencia.

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